CAPITULO 34: ADIOS CAMARADA




El viejo maestro visita a Okko, ambos recuerdan la época en la que Shiryu y Okko entrenaban con el viejo maestro, sin embargo Okko fue expulsado por su carácter agresivo. Shiryu decide enfrentar finalmente a Okko, a pesar de su ceguera. Okko se cubre los ojos con su cinturón, para hacer justo el combate. Shiryu usa el Dragón Ascendente de Rozan, pero Okko sobrevive al ataque. Shiry sabe que si usa otra vez el Dragón Ascendente, podrá en peligro su vida, pero finalmente entiende el porque pelea y enfrenta una vez más a Okko con su técnica y lo vence. El moribundo camarada, felicita a Shiryu, mientras que el viejo maestro lo acepta nuevamente como discípulo, pero es demasiado tarde para Okko. Ante su tumba, Shiryu promete regresar y pelear nuevamente al lado de Seiya y los demás. Mientras tanto el cuerpo de la Armadura de oro de Sagitario y el casco se reúnen nuevamente hundiéndose en las profundidades de un río.